Se dice que en un comienzo no fue sencillo asimilarlo, dado que él era el educador más temido, tanto por su genio como por su implacable forma de colocar notas rojas, inclusive la nota uno, sin un ápice de temor o remordimiento, sin ser una preocupación para él dejar a uno o a varios alumnos en repitencia. Inclusive, parecía disfrutar de ello.
Su imponente presencia infundía más respeto que la imagen del propio Director del colegio. Así era este hombre de mediana edad; temible y exigente en el aula.
Don señor Oswald Fantini había sido clasificado por los cursos mayores de esa condición a raíz de una supuesta tomada de manos entre este extraño sujeto y el Inspector General de aquellos tiempos. Eso, sin detallar sus amanerados gestos y su acentuada pero coqueta ironía.
Generación tras generación, nunca se pudo demostrar esta premisa, ni tampoco se ha atrevido pupilo alguno a negarla. Lo cierto es que cada año se repite la historia de la fugaz y secreta relación entre el Inspector y el profesor de Filosofía; ¡Fantini es Gay!
Ariadne
No hay comentarios:
Publicar un comentario