Esta es la historia de alguien que dejó una muy mala marca en una serie de alumnos pero quizás en dos en particular. Cada mañana de día martes a eso de las 8 30 (media hora después de la hora de ingreso) era común que aproximadamente la mitad del tercer año c llagara a la sala de clases, no era necesario ya dar explicaciones pues era un hábito, pero era cundo el profesor acostumbraba a decir a cada uno de los alumnos que llegaba tarde a la hora de Castellano alguna frase bastante antipedagógica en la que se acostumbraba hacer referencia a una serie de defectos que cada uno podía presentar llámese a esto la baja estatura, problemas en el habla , etc. para luego escuchar las risas del resto de los alumnos.
Esta practica se volvió habitual pero cabe mencionar que lo realmente terrible era cuando solo uno o dos alumnos eran los q llegaban atrasados a la sala pues esto significaba que habría una interrupción en la clase para dedicar unos momentos de real burla para estos desdichados estudiantes. Esta practica no se reducía al momento de la entrada a la clase sino a los momentos en que se dictaba el ramo pues cada vez que había una posibilidad de ridiculizar o hacer mención a dos alumnos en particular, Gonzalo y Miguel, el profesor no tardaba en mencionar algo que tenia que ver con particularidades de dichos alumnos, ambos eran un tanto “sensibles” y “delicados”, además de tener una voz bastante aguda, razones por las cuales estos alumnos eran objeto de burla de la mayoría de sus compañeros (entre los cuales lamentablemente me incluyo) entonces, además de tolerar las risas constantes de sus compañeros debían pasar unas horas a la semana siendo objeto de los chistes de un profesor, evitando en lo posible no llegar tarde porque cuando eso pasaba el profesor esbozaba una sonrisa bastante notoria.
En un principio si era bastante divertido el asunto pero con el tiempo ya no causaba lo mismo en gran parte del alumnado pues existía una especie de fijación con el tema y en particular con estos dos estudiantes situación que llego a ser incomoda para muchos pues parecía que en realidad no toleraba nada que estuviera fuera del canon de lo “normal” cosa que empezó a notarse en la clase y en los comentarios de alumnos que lo habían tenido de profesor en años anteriores.
De este personaje solo se puede decir que después de una queja que algún alumno puso suavizó sus dichos en un principio, también sus métodos pues lo que el utilizaba como un modo de evitar la impuntualidad resulto como un modo de festinar y ridiculizar por algún ansia homofobica y discriminatoria en general. Lo único bueno, en especial para aquellos dos estudiantes, fue que al año siguiente ya no estaba en el curso.
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